Live aus Berlin (interview)/es

From RammWiki

<languages/> This interview was done in September 1997 and partly published on the Live aus Berlin DVD. Below are the featured Spanish subtitles to it.

Interview

Richard Kruspe: Rammstein es para mí realmente el primer boy-group natural.

Paul Landers: Un matrimonio a seis.

Till Lindemann: La idea básica es amor en todas sus manifestaciones y variaciones.

Paul: Rammstein es Rammstein.

Paul: En la RDA trabajar era obligatorio, no podías «no trabajar».

Oliver Riedel: Yo soy estucador.

Christoph Schneider: Yo trabajaba en instalación de teléfonos.

Paul: Fontanero.

Flake: Constructor de herramientas.

Paul: No podías ser músico aficionado sin tener un trabajo. Necesitabas siempre un curre de tapadera.

Richard: Antes de fundar Rammstein ya nos conocíamos todos. Éramos amigos.

Oliver: Algunos de nosotros somos de Schwerin y hacíamos música allí y algunos hacíamos música en Berlín al mismo tiempo. Antes, si tocabas en un grupo en el Este te conocías a la fuerza.

Till: Yo estaba en el rollo del punk. Ocurría algo parecido con Paul. Olli tocaba en un grupo folk de violines y Richard viene del crossover.

Paul: Ya éramos cinco. Solo faltaba Flake en los teclados. Realmente le tuvimos que persuadir, porque no quería tocar con RST. Le parecía demasiado peñazo. Nos consideraba rolleros, aburridos y demasiado rígidos. Pero sabíamos que, de un lado, necesitábamos a un teclista y, de otro, a alguien que expresara su oposición. Si RST es un estofado, para que esté rico tienes que echarle una cucharadita de azúcar. Siempre le decíamos»,Venga tío, enróllate y toca con el grupo». «¿Somos seis o somos cinco?». Y él nunca contestaba. De hecho, sigue sin contestar.

Richard: Queríamos juntar máquinas con música hecha a mano. Así que hicimos una especie de demo en casa. Till ensayaba de noche sus canciones debajo del edredón, porque solía ser bastante tarde y no queríamos molestar a los vecinos. Enviamos la cinta y ganamos el Concurso del Senado de Berlín. Para colmo, todos teníamos mal rollo con nuestras parejas. O nos habían dejado, o habíamos roto nosotros con nuestras chicas. Estábamos hechos polvo y nos contábamos nuestras penas, claro. Había como una conexión entre las charlas y la música que hacíamos, era una especie de fuerza visceral la que existía entonces.

Oliver: Dolor o pena son, en realidad, el mejor punto de partida para un artista, para expresarse.

Schneider: Todos teníamos esa sensación: empecemos de cero; con nombre nuevo, música nueva y con las posibilidades del nuevo sistema. Por ejemplo, poder firmar contratos discográficos. Claro que pensamos en hacer algo que se saliera de lo habitual. Nuestra imagen de la escena musical occidental era la de un montón de buenos músicos intentando copiar los modelos americanos e ingleses. Y así surgían pocos grupos con verdadera identidad propia.

Flake: Hemos dado con nuestro estilo sabiendo exactamente lo que no queríamos: Hacer funk o punk americano o algo parecido que ni siquiera sabemos hacer. Hemos visto que sólo dominamos lo que de hecho tocamos. Y esta música es muy simple, peñazo y monótona.

Paul: Va con nosotros, sin más.

Richard: Somos un grupo muy, muy abierto, probando siempre todos los caminos.

Paul: En RST todos tenemos opiniones distintas sobre cualquier tema. De los seis siempre hay al menos uno que está totalmente en contra.

Schneider: En mi opinión, ha habido dos desarrollos fundamentales: uno de ellos es que la música es ahora algo más sensible, no tan ruda y rabiosa como en el primer álbum. Pero lo mejor del segundo disco es que Till empezara a cantar, y no se limitara a hablar.

Richard: Ese big bang cuando escribes una canción y ves que funciona, cuando una armonía vierte en otra, cuando tienes la sensación de haber acabado una canción, es para mí la mejor experiencia de todas.

Richard: Me divierte actuar en el escenario, disfrazarme. Supongo que a los demás también. Para mí forma parte en gran medida del espectáculo.

Till: Nuestro físico y la apariencia en escena es un coqueteo con toda la cuestión, pero no tiene nada que ver con un cierto culto a lo masculino por nuestra parte.

Flake: Simplemente hacemos lo que surge en cada momento.

Paul: También hay algo de teatro. Aunque un tío que interprete a Mefisto debe llevar algo dentro para poder hacerlo.

Flake: En realidad, nuestras letras no pueden dar lugar a malentendidos. Son letras románticas, completamente normales. Y cualquier chico o chica de 16 años ha visto ya tanta mierda en la tele que, comparado con ello, somos como monjitas de la caridad.

Till: No sé por qué la gente se agarra siempre a esos temas tabú, no son más que dos o tres, máximo cuatro en cada disco. Con ciertos riffs no se me ocurre otra cosa, por la dureza de la música. Sería como ponerle un marco barroco a un cuadro abstracto. De alguna manera, todo tiene que encajar.

Paul: Riff duro, letra dura. Riff blando, letra blanda.

Flake: Lo mismo ocurre con nuestra foto. Hicimos la primera portada y la prensa comentaba: «Se las dan de superhombres». No son más que patrañas. Solo es una foto.

Paul: Ahora preferiría ser un español, no tendríamos toda esta tensión.

Schneider: Eso de rascar un poco en la superficie y después darle a las cosas un sentido que realmente no tienen, me parece una desfachatez total.

Oliver: Realmente, nuestro público nos comprende mejor que el periodista. La pena es que no escriba el público, sino ese periodista.

Flake: La prensa no deja de sorprendernos con sus ocurrencias.

Till: Me esfuerzo por expresarme con claridad, pero sirviéndome de alegorías. Con cierto eufemismo, como los viejos éxitos de los 60, decir «quiero pasar la noche contigo». Cuando todo el mundo sabe que los dos van a follar de lo lindo.

Schneider: Lo que me encanta de las letras es que siempre tienen dos niveles, es decir, nunca se ilumina una sola cara.

Till: Las mujeres quieren el cortejo, es algo normal en el apareamiento. Los pavos reales tienen su extraordinario plumaje, y todo pico manchado muestra colores más espectaculares que la hembra.

Schneider: Puedo imaginar lo impresionante que resulta vernos en concierto, pero no sé cómo vería al grupo si no perteneciera a él.

Paul: Somos el control de calidad. Lo que nos gusta es bueno y lo ha sido siempre.

Schneider: Algunos nos dicen: seguid siempre con lo que hacéis.

LAS PRIMERAS PELAS

Oliver: Las primeras pelas las gané como aprendiz.

Richard: Como cajero en una ventanilla para vidrio retornable.

Till: El primer dinero lo gané trabajando en una turbera durante las vacaciones de verano. A los tres días me pusieron de patitas en la calle.

ESPERANZA

Till: Sin ella sería el fin.

Schneider: Si no se tiene esperanza dentro de sí, ya no se puede hacer gran cosa.

Richard: Sí, sin duda, todos los días, todas las mañanas.

FE

Paul: Viene con el tiempo.

Schneider: Algo muy importante.

Till: Carece de importancia.

RESPETO

Richard: Debería sentirse un poco de respeto por todas las personas.

Paul: Se pierde con el tiempo.

Oliver: Buen asunto.

Till: Importante.

DOMINANTA

Oliver: ¿Dominanta, sí, por qué no?

Paul: No es mi caso.

Schneider: No me va.

Till: Conozco una.

Flake: Al decidir hacer el primer vídeo no conocíamos ni uno solo director y enviamos nuestro CD a todos los directores que conocíamos del cine. Entre ellos también a David Lynch. Nos escribió una simpática carta: lo siento, no tengo tiempo, pero la música es buena. Llevaba el CD en el coche y tenía que conducir todos los días al set, así que lo escuchó por casualidad y acabó acostumbrándose a él.

Richard: El éxito apenas lo percibes por ti mismo. Lo percibes a través de las personas que vienen a ti. Las personas reaccionan cambiando su actitud hacia ti, porque, de repente, te ven como a una estrella.

Schneider: Me alegro de que todos estemos en torno a los treinta y sepamos manejar el éxito mejor que a los 13.

Flake: Llevamos haciendo música desde hace 16, 17 años y hacia el final uno desearía que todo fuera más rápido.

Richard: Lo más importante para el grupo es permanecer unidos. Yo solo concibo Rammstein en la composición actual y para mí sería el fin del grupo si uno de nosotros lo dejara. Por eso, permanecer unidos es para mí lo más importante.